Un equipo internacional liderado por investigadores de IRTA-CReSA y CIC bioGUNE ha demostrado que la cepa priónica más rápida conocida, CWD-vole, mantiene sus propiedades incluso en ausencia de glicosilación y anclaje a membrana. Utilizando un modelo transgénico de ratón que expresa la proteína priónica del topillo sin anclaje GPI y con escasa glicosilación, los científicos lograron infectar a los animales en tres pases consecutivos. Posteriormente, al volver a introducir esta cepa en ratones con proteína priónica normal, se conservaron por completo su velocidad de propagación y características neuropatológicas.

Este hallazgo refuerza la hipótesis de que las propiedades de las cepas priónicas están codificadas en la estructura mal plegada de la proteína, y no dependen necesariamente de sus modificaciones postraduccionales. Además, abre nuevas oportunidades para el estudio estructural de priones mediante proteínas recombinantes en ausencia de glicanos, una estrategia clave en investigaciones basadas en técnicas como cryo-EM.