Autora: Eva Fernández-Muñoz
La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (CJD) es un trastorno neurodegenerativo raro y de rápida progresión, causado por el malplegamiento de la proteína priónica celular (PrPC) en una forma malplegada llamada PrPSc, que se acumula en el cerebro, provocando daño neuronal y degeneración espongiforme. La forma esporádica (sCJD) es la más común, representando aproximadamente el 85% de los casos, mientras que el resto se debe a causas genéticas o iatrogénicas de la enfermedad. Además, es letal en pocos meses desde la aparición de los síntomas, y su baja prevalencia, combinada con la variabilidad de sus presentaciones clínicas, dificulta enormemente su diagnóstico temprano.
Un estudio reciente realizado en Austria entre 2013 y 2020, que combinó datos del Centro de Referencia Austriaco para Enfermedades Priónicas y registros nacionales de seguros médicos, ha identificado que las alteraciones del estado de ánimo, como la ansiedad o la depresión, podrían ser un signo temprano de la enfermedad espontánea. En el estudio, se analizaron datos de 129 pacientes con un diagnostio de sCJD confirmado tras su fallecimiento, comparándolos con 1.350 controles (sin diagnóstico de la enfermedad). Los investigadores descubrieron que los pacientes tenían mayor probabilidad de haber recibido prescripciones de antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) en el año previo al diagnóstico. Este aumento comenzó hasta tres años antes del inicio de los síntomas neurológicos típicos.
Figura de los resultados que muestra las tasas de prescripción de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) en pacientes con enfermedad de Creutzfeldt-Jakob esporádica (sCJD) (azul claro) y controles (verde) en los 5 años previos al inicio de la enfermedad (o antes de la fecha índice en los individuos de control).
Los cambios en el estado de ánimo, como la depresión o la ansiedad, podrían formar parte de la fase prodrómica de la sCJD, una enfermedad que progresa rápidamente y carece de herramientas diagnósticas definitivas premortem. Aunque los síntomas neurológicos incluyen demencia rápida, ataxia y mioclonías, las fases iniciales suelen pasar desapercibidas o confundirse con otras condiciones. Este hallazgo sobre los cambios de humor destaca como posible indicador temprano y podría ayudar a que la investigación en otras enfermedades neurodegenerativas avance. Sin embargo, entre las limitaciones del estudio incluyen: la falta de información clínica detallada en los datos de seguros, el sesgo por diferencias regionales en la atención médica y la exclusión de medicamentos administrados en hospitalizaciones o adquiridos sin receta.
Ver el estudio original (en inglés).